En abril del 2012 un ente regulador serio como lo es la Federal Communications Commission o FCC
(sería la CONATEL de los Estados Unidos de América). Anuncio una nueva iniciativa
para el combate del robo de datos y celulares. Esta iniciativa tuvo un éxito
muy interesante en el combate contra la delincuencia. Se creó un blacklist para
IMEI de celulares robados. Cualquier celular denunciado como robado no podría
funcionar en ninguna operadora de USA luego de ser declarado como robado. La
FCC obligo a todas las operadoras a realizar esto en defensa de la población.
Buena idea. Al poco tiempo se vieron los resultados, solo en
zonas fronterizas se mantenía el robo de celulares pero en grandes zonas ya
prácticamente quedo como vieja pesadilla. Ya no era negocio robar y luego
vender esos equipos robados.
Luego, esta iniciativa fue copiada por varios países
latinoamericanos como Honduras,
Canadá, Mejico y otros países, es decir la iniciativa fue
implementándose en diferentes países y luego fue integrándose a una base de
datos de teléfonos celulares robados global. Es decir, fue ampliándose a toda
América, salvo Paraguay. ¿Qué tul?
Por aquellos años, concretamente en el 2010, el Ministerio
del Interior presenta la “Primera Encuesta
Nacional de Seguridad Ciudadana”. En la Pag. 10 de este resumen podemos
leer
“El robo de celulares caracteriza más de la mitad de los
despojos con violencia, afectando prioritariamente a jóvenes y mujeres. El
transporte público es el lugar propicio para estas sustracciones de valores
pequeños: en los colectivos ocurren, por ejemplo TRES DE CADA CINCO HURTOS A
MUJERES."
En la Pag. 20 podemos leer
"El objeto más robado VIOLENTAMENTE es el teléfono celular,
seguido por el dinero. Las joyas o relojes, carteras y ropas se sitúan en
tercer y cuarto lugar. El robo de celulares afecta más a jóvenes (al 62% de jóvenes
menores de 29 años que fue robado con violencia, se le sustrajo un aparato
celular), a mujeres y en las ciudades medianas y Asunción; el robo de dinero
afecta también más a mujeres, a personas mayores de 65 años, en ciudades
pequeñas y el Departamento Central."
Mostrar estos datos, si bien no están actualizados es llover
sobre mojado. Creo que todos alguna vez sintió cerca un familiar o conocido que
tuvo algún tipo de experiencia con estos robos violentos de celulares. Un caso
paradigmático es el de Liz
Teresita Arzamendia. Violencia en las calles. Violencia por un celular. Violencia que continúa hasta hoy. El robo de
celulares implica muchas veces sangre, implica muerte.
Esta misma realidad se vivía en los Estados Unidos de
América, la diferencia es que allá las Instituciones funcionan. En nuestro país
no. Allá se creó una herramienta para atacar el delito, y dio buenos
resultados. Acá no.
Mientras tanto en nuestro país, la CONATEL teniendo este
tipo de herramientas no las aplica. Acá las leyes se diseñan para perseguir al
ciudadano común, para reprimirlo, no para protegerlo. Cualquier sistema se
pervierte, como el mercado de las telecomunicaciones. Y de vuelta una vez más
me pregunto, ¿es por ignorancia? ¿Por
falta de apoyo técnico? ¿O es por complicidad?
Todos los días nos podemos dar cuenta del trabajo que hizo
la CONATEL, lo sentimos desde la misma creación de la institución. Pésima
calidad de servicio de las operadoras. Precios altos de Internet y de
comunicaciones, y un mercado, que si bien se sigue expandiendo, no lo hace en
la medida que el país lo necesita. Lo mismo pasa con Internet. ¿De qué nos
sirve mantener una institución con un presupuesto gigantesco si no cumple con
la misión de regular el mercado de telecomunicaciones? Ni que hablar de aplicar
la ley y los reglamentos como el caso WhatsApp donde se quebró con la
Neutralidad de la Red.
Y las Telcos? Bien gracias.
Es urgente la implementación de esta herramienta, es urgente
para un país que sufre la criminalidad día a día. No solo la pornografía
infantil o la pedofilia son delitos que deben ser perseguidos. Existen otros,
que como dije ya se pagaron con la vida de varios jóvenes.
Y como todo problema social para encarar estos se necesita
de un enfoque sistémico. No digo que con la aplicación de este sistema se
eliminará el robo de celulares. No se eliminará, pero disuadirá a los
delincuentes que pretendan robar para luego vender los equipos, ya que no
servirá ninguno de ellos.
Proyectos como pyrawebs
que hoy nuevamente están siendo analizados en el senado no tienen razón de
ser absolutamente. Buscan el espionaje masivo, buscan crear el archivo del
Terror 2.0.
CONATEL tiene la palabra.
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